Dante y Allen vuelven a la espaciosa casa que han alquilado para sus vacaciones después de una increíble y larga noche de fiesta en Barcelona. ¿Qué mejor manera de relajarse que tirándose a la piscina para después enrollarse?
Siguiendo la costumbre de los europeos, Allen muestra su increíble y fibrado cuerpo en bañador y Dante exhibe su cuerpo musculoso y su culazo en unos coloridos shorts.
Tras el chapuzón en la piscina, bromeando y tirándose agua el uno al otro como dos buenos amigos, Allen y Dante se secan tumbados en las hamacas con el aire cálido del mediodía. Allen está encantado de enseñarle a Dante lo que hacen los españoles después de una juerga como la que se han corrido y después de besarle en las hamacas, Dante sugiere meterse en la casa.
En el sofá, rodeados de plantas, continúan besándose apasionadamente, sus manos y sus labios recorren sus cuerpos musculosos explorándose el uno al otro, empalmados y con sus pollas apuntando al frente dentro de sus bañadores, listas para la acción.
Para empezar, Allen folla la garganta de Dante, metiéndole su dura y palpitante polla en su ansiosa boca, pero pronto le devuelve el favor, engullendo por completo la dura verga del norteamericano con fervor y deleite, hasta que el vello púbico roza la nariz de Allen.
Mientras él le lame las pelotas y le mama la polla, Dante juguetea con el estrecho ojete de Allen y, más cachondo que nunca, se lo folla a pelo, clavándole toda su polla a fondo, haciendo que el español gima de puro éxtasis.
Allen no puede aguantar más y el semen caliente brota de su polla salpicándolo todo mientras cabalga montado sobre la verga erecta de Dante, que también vacía sus pelotas cubriendo la expectante lengua de Allen con su espesa corrida.
Allen vuelve a mamar ese rabo hasta dejarlo reluciente y se ríe cuando Dante le dice que no podía imaginar mejor colofón para una noche de juerga... ¡Aunque ahora es la hora de las “tapas” al más puro estilo español!
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