Con un nombre artístico como el suyo, sabes exactamente lo que te vas a encontrar cuando estas con Dom... ¡Te va a dar por el culo como nunca nadie antes!
Dom es muy atractivo y físicamente podría ser el nuevo He-Man o Conan en unas nuevas adaptaciones para el cine, con un cuerpo musculoso y grande. Pero si hay un pasivo que haría lo que fuese por Dom, irremediablemente atraído por este macho alfa, ese es Alex.
Sentado frente al mar, Dom está muy caliente, mostrando su larga y erecta polla a Alex por videollamada. Sabe cuanto desea catarla y quiere que se lo diga, también sabe cuanto le gustaría que abusara de él y que se lo follase, necesita oírlo de sus labios. "¿Quieres ser mi juguete sexual?" le pregunta, insistiendo en que le demuestre cuanto desea su rabo y le siga suplicando.
Finalmente, Dom accede a que acuda y siga suplicándole cara a cara, pero le exige que se de prisa. Alex obedece y se presenta allí, haciendo todo lo que Dom le pide, empezando por quitarse el bañador y arrastrarse de rodillas hasta él.
Alex quiere mamar esa polla, pero Dom le para en seco y le exige que empiece lamiendo sus pies.
Alex obedece cada deseo de Dom, chupándole los dedos de los pies y pasando la lengua por toda su pierna extendida, hasta llegar a la polla erecta, por la que sigue suplicando y con la que recibe azotes en la cara. Finalmente, Dom permite que se la mame, haciendo que se atragante con ella.
Llegado el momento de que Alex deje de suplicar y empiece a gemir de placer, Dom le ordena que le enseñe su ojete y que se siente sobre su polla para la más impresionante penetración anal, cabalgando en su regazo.
Pero sabiendo como es Dom, no tarda en tomar las riendas, levantándose para seguir follándoselo por detrás, hundiéndole la cabeza en el cojín del reposapiés mientras le empotra sin ninguna consideración. Dom no deja de embestirle ni por un instante, sujetándole por los brazos para poder metérsela aún más adentro o agarrándole del cuello antes de seguir follándose a Alex contra la barandilla de la terraza.
Dom ha dejado muy claro quien manda allí y no espera a que Alex se corra, sigue y sigue dándole por culo hasta que está a punto de correrse y le ordena que se arrodille para recibir todo su semen caliente sobre la cara.
Alex está extasiado y vuelve a mamar bien ese rabo hasta que está reluciente, pero Dom le obliga a incorporarse y de pie, el uno frente al otro, agarra a Alex por el cuello y le deja masturbarse hasta correrse sobre su polla, todavía dura, empujándole al suelo para que lama hasta la última gota de su corrida.
"Hemos terminado, ya te puedes ir... ¡Y cierra la puerta!" le dice Dom indicándole la salida. Complacido, Dom se sienta y se relaja contemplando el mar...
