A Hunter le gustan los hombres que toman el control y Marcus sabe como hacerlo muy bien, con una sonrisa en la cara.
Marcus besa apasionadamente a Hunter y le hace perder la cabeza, levantándole del suelo para tirarle sobre la cama, follarle el culo con la lengua y chuparle la polla como si fuesen de su entera propiedad.
En cuanto ve el grueso rabo de Marcus, Hunter está impaciente por tenerlo en su boca, pero es Marcus quien controla los tiempos y quien le hace la mamada a él antes de recibirla de vuelta.
Cuando Hunter consigue finalmente sentarse encima de ese pollón, empieza a trotar lentamente, pero a medida que su ojete se acostumbra al tamaño aumenta la velocidad y cabalga libremente… hasta que Marcus vuelve a tomar las riendas.
Marcus empala el ojete de Hunter con profundas embestidas desde abajo, empujando con fuerza sus caderas, de la misma forma que sigue haciéndolo cuando le desmonta para seguir follándoselo tumbado de lado o de espaldas.
Marcus consigue que Hunter se corra y un enorme chorro de semen caliente brota de su polla antes de que vuelva a meterla dentro de ese culo recién follado, besándole y sujetándole entre sus brazos musculosos. Sin duda… Hunter ya le pertenece.
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