Donovin y Rob no se han estado comportando muy bien últimamente y aunque están castigados por eso, los dos jóvenes rebeldes han desobedecido a Madison, su padrastro. Así que va a tener que mostrarles las consecuencias por no seguir las reglas de la casa.

Madison hace que los dos chicos se arrodillen para mamarle la polla y dejarles claro quien manda bajo ese techo.





Siendo unos chicos malos, Donovin y Rob acaban disfrutando del castigo y pidiéndole a su musculoso padrastro que continúe con sus culos.




¡Si esto es lo que Madison entiende por castigo, no habrá manera de que haya disciplina en esa casa!
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