
Cuando el negocio de Matthew tiene problemas de liquidez, confía en su ingenio, su encanto y su cuerpazo para conseguir una prórroga del pago al proveedor para el que trabaja Enzo, el reponedor.
Mientras Enzo repone el contenido de la máquina expendedora, Matthew se da cuenta de las miradas que le echa al culo y le pide que pase a su oficina para fijar el plazo de pago.

Allí Enzo se da cuenta de que su intuición era acertada, Matthew tenía tantas ganas de follar como él y acaba con las manos y la boca sobre el tentador culo de Matthew.



Enzo devora el culo del musculoso pasivo con un hilillo de líquido preseminal goteando de su polla, que acaba deslizando dentro del estrecho ojete de Matthew, incapaz de resistir el calentón, follándoselo hasta que cubre toda su espalda con una potente corrida.


¡Su jefe no va a estar muy contento cuando llegue tarde y sin el dinero que debía cobrarle a Matthew!
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