Boe requiere dormir sus ocho horas, pero si su hijastro Trevor le necesita en medio de la noche siempre va a estar ahí. En esta ocasión ha sido la alarma de incendios la que ha asustado al chico, así que le pide a Boe si puede dormir con él, aprovechando que su madre tiene turno de noche en el trabajo. Boe sabe que tener a su lado un cuerpo como el de su hijastro podría ser una tentación irresistible, aun así accede y hace todo lo que puede para contenerse, pero mientras duermen, los gemidos de Trevor despiertan a Boe y ve que tiene los calzoncillos empapados… ¡Está tan cachondo como él!
Boe no tarda en llegar a la conclusión de que Trevor es virgen, es posible que no supa ni cómo hacerse una paja. Es la ocasión de echar mano a esa gruesa polla y darle una lección de sexo digna del mejor padrastro, aunque la cosa no se queda en una simple masturbación mutua…
Dudamos mucho que por joven que sea, Trevor sea tan inocente. Sabía lo que hacía cuando se quiso meter en la cama de Boe.
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