El alto y musculoso Austin está apoyado en una columna junto a la piscina, tocándose sensualmente por debajo de la camiseta mientras toma el sol... Es la viva imagen del empotrador y le dedica una sonrisa a Allen cuando le ve aproximarse.
La atracción es mutua, el deseo también, y enseguida se están besando sin decir una palabra antes de meterse dentro de la casa, donde Allen tira de los tejanos de Austin para bajárselos y poder mamar su polla, tragándosela por completo.
Con la polla tiesa tras la experta mamada, Austin se arrodilla para poner a punto el ojete del hambriento pasivo usando su lengua y sus dedos antes de empotrarle por detrás contra la pared.
Después de que el fornido semental haya levantado a Allen para tumbarle sobre la encimera de la cocina, se lo sigue follando en la postura del misionero antes de subirse él también, pero antes le deja mamar nuevamente su gruesa verga, haciendo que se la trague hasta las pelotas.
Entre gemidos de placer, Allen llega al orgasmo cabalgando sobre la polla de Austin, desmontando para mamarla de nuevo y tragarse toda la corrida.
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