En el vestuario del gimnasio, Sumner dice estar totalmente dolorido después de entrenar a lo que Hayden le responde que debería hacer más estiramientos.
“Solo si tu me ayudas a estirar” le responde Sumner flirteando con él. “Te estiro lo que quieras” replica Hayden igual de provocador… Y cuando al salir de las duchas le ofrece un masaje a su colega, Sumner lo acepta de inmediato.
En la cabina de masaje, Hayden se pone manos a la obra -o mejor dicho manos a su musculoso culo- masajeando los doloridos glúteos antes de meter su lengua entre ellos para lamer el ojete de Sumner.
Una vez nota que está listo, Hayden desliza su polla erecta dentro de ese culo, empotrando al pasivo sobre la camilla y liberándole realmente de toda la tensión acumulada.
Tomando iniciativa, Sumner cabalga montado sobre la verga del activo antes de ser follado duro sobre la camilla.
Tumbado de espaldas, Sumner se corre generosamente sintiendo las potentes y profundas embestidas de Hayden, que saca la polla un instante, pero en cuanto el semen empieza a brotar vuelve a metérsela a fondo para dejar todo dentro del culo de Sumner, que sonríe satisfecho.
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