Dope regresa a casa sin darse a cuenta que el atracador Diego le sigue los pasos. Tan pronto entra en su casa, Diego se cuela dentro con un pasamontañas cubriendo su rostro y le amenaza por la espalda para que le entregue todo lo que tiene de valor. Aunque consigue el iPhone de Dope, quiere algo más y rebuscando en la bolsa sobre la mesa encuentra un dildo anal. El ladrón le obliga a ponerle el culo para metérselo a fondo y se da cuenta de que eso le gusta.
Empalmado y con ganas de sexo, Diego le muestra su enorme y grueso rabo para que se lo mame allí mismo.
No hay duda de que en este atraco Dope perderá algo más que su iPhone... va a perder la virginidad con este morboso y dotadísimo delincuente.
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