De paseo por el resort donde se hospeda, Miguel se detiene ante un ventanal con las cortinas abiertas para ver bien al rubio y barbudo Brogan, que está de rodillas sobre la cama con el culo en pompa, echando fotos de su palpitante ojete.
Brogan enseguida ve al curioso latino, se desnuda por completo y le monta un espectáculo provocador que le hace entrar en la habitación para devorarle el culo.
Con las cortinas todavía abiertas de par en par después de mamarle la polla y con la cámara del móvil de Brogan grabando cada embestida, Miguel empuja toda su polla a pelo en el hambriento ojete y lo empotra con todas sus fuerzas, aplastando la cara del musculoso pasivo en las sábanas del hotel.
Tras varios cambios de postura en los que Brogan disfruta de cada centímetro de la gruesa verga de Miguel, el rubio se tumba de espaldas para seguir siendo follado por su invitado hasta que se corre dentro, dejándole un caliente recuerdo y cubriendo su peludo estómago con su propio semen.
Miguel se arrodilla enseguida para lamer y tragarse el blanco esperma que chorrea fuera del destrozado ojete de Brogan, antes de regresar a su propia habitación.
