
El rector de la universidad ha escuchado preocupantes rumores sobre varias novatadas en el campus, así que le encarga a Dillon, uno de los guardias de seguridad del centro, que vigile las fraternidades. Cuando llama a la puerta de la primera, nadie le contesta, porque en ese momento solo hay un estudiante dentro, el novato Kyle… y está demasiado enfrascado en un videojuego.

Dillon se cuela sigilosamente en el interior para echar un vistazo y al ver el culazo de Kyle quiere follárselo, así que lo hace sin pensárselo dos veces. Kyle no puede creerlo, está sorprendido, pero el guardia se lo está follando tan bien que no solo le deja seguir, también quiere que le coma el culo por detrás.
Dillon usa su gruesa linterna para penetrar el ojete de Kyle antes de complacer sus deseos y follárselo bocarriba en el sofá.

Después de que el joven y fogoso estudiante le mame bien la polla, Dillon empotra a Kyle cabeza abajo y él cabalga sobre esa dura verga hasta correrse con un intenso orgasmo.




Desmontándole rápidamente, Kyle recibe toda la corrida del guardia sobre la cara. El rector puede estar tranquilo, en esta fraternidad no hay novatadas, solo sexo más caliente.



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