Otros dos que celebraron su Halloween a lo grande fueron el joven Dakota y su musculoso y peludo padrastro Lawson , una noche solo para ellos, sin su madre y esposa por medio...
Comenzaron su tarde juntos yendo al cine, pero de camino a casa Lawson necesitaba pasar por su oficina para recoger unas cosas y se llevó a Dakota con él. Con toda la intención, ya que pensaba aprovecharse de la situación para gastarle una broma a su hijastro con uno de los esqueletos con la que estaba decorada la oficina para Halloween.
El chico se lo pasa en grande con su papi y, bromas aparte, quiere demostrarle lo bien que se siente después de haber hecho tantas cosas juntos. ¿Y qué mejor manera de mostrarle su gratitud que dejar que le folle su suave y delicioso culo?
Pero la cosa no termina en la oficina, porque su divertida noche continúa en el almacén del sótano donde el travieso padrastro ve la oportunidad de gastarle otra broma a Dakota y pegarle un susto disfrazado del clásico fantasma con sábana… Pero si el disfraz no era suficientemente ridículo, a Lawson se le giran las tornas y es él quien se lleva el susto, porque Dakota se lo veía venir y se había escondido para sorprenderle. Cuando a Lawson se cae la fantasmal sabana se levanta exponiendo su culazo peludo y el fogoso hijastro además del susto decide devolverle la follada que ha recibido antes en la oficina, empotrando a Lawson.
