Vincent está pasando unos días en casa de su amigo Michael porque su familia le estaba volviendo loco últimamente. Siendo un anfitrión perfecto, Michael quiere que su invitado esté cómodo y le pregunta que le gusta para comer... “mucha proteína” le responde.
Como no ha podido pajearse en todo el día, Vincent aprovecha que Michael ha salido para hacer la compra y decide aprovechar que está solo para masturbarse viendo porno en su móvil, sin darse cuenta de que Michael ha tenido que volver porque olvidó algo.
Pese a todo, Vincent no se ha dado cuenta y Michael se queda mirando en silencio como su amigo se da placer en solitario, disfrutando de todo y tocándose también sin dejar de observarle.
Cada uno desde su lugar siguen pajeándose, hasta que Vincent gira la cabeza y se da cuenta de lo que pasa... Al principio parece avergonzado, pero Michael le tranquiliza diciéndole que no hay nada de lo que arrepentirse. Los dos siguen masturbándose sentados el uno junto al otro, algo que aún les pone más cachondos y hace que Michael le haga una mamada a Vincent, que también le devuelve el favor a su buen amigo.
Llegados a ese punto los dos están de acuerdo en que es mejor ir a por todas y se follan el uno al otro como nunca lo habían hecho en estos años.
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