Junto a la piscina y rodeados de vegetación, Evan le dice a Devin que quiere tener un cuerpo como el suyo, así que el musculoso chulazo le ofrece un entrenamiento muy personal.
Los ejercicios son auténticos, pero Devin también los utiliza como excusa para mover ficha con Evan, flexionando sus músculos, restregando su abultado paquete contra su cuerpo y besándole. Así, no nos sorprende que Devin le baje los pantalones a Evan para lamerle el ojete y que haga completamente desnudo el resto del entrenamiento --que, de todas formas, no dura mucho más.
Sin apartar los ojos de Devin mientras levanta las mancuernas, Evan desliza su polla dentro de la boca del entrenador, animándose a hacer un 69 para que el disfrute del sexo oral sea mutuo
Devin devora el culo de Evan antes de darle la vuelta para empotrarlo. Una vez más, Devin ejerce su lado dominante y verbal sobre él, follando incansablemente el estrecho ojete de Evan.
Devin no tarda en llevarse a Evan a una cama al aire libre para follarle, primero la garganta y después el culo.
Tras voltear a Evan se lo folla sobre la cama, pero también deja de embestirle para mamarle vorazmente el pollón y, aunque a Evan le encanta, quiere sentir dentro su enorme polla, follándole de nuevo.
El fogoso chulazo complace sus deseos y se folla a Evan de manera tan perfecta que un geiser blanco brota con fuerza para Devin, que también se corre y empuja todo su semen caliente dentro del boqueante ojete. “¡Una gran sesión de entrenamiento!” exclama un jadeante Devin.
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