Después de besarse como dos amantes apasionados, Cristiano cae de rodillas para bajarle los ajustados calzoncillos blancos a Sumner, excitado y ansioso por llenar su boca con el pollón del musculoso chulazo.
Sumner le devuelve el favor volteando el cuerpo de Cristiano para ponerlo cabeza abajo en el sofá y lamer su estrecho ojete haciendo un 69 en vertical que también le permite seguir follando la boca y la garganta del fogoso joven de pelo rizado.
Una vez que el ojete de Cristiano está empapado de saliva y listo para ser penetrado, Sumner lo hace sin cambiar de postura, con Cristiano cabeza abajo, sintiendo esa polla clavándose hasta las pelotas dentro de su culo, una y otra vez.
Sumner pasa el resto de la tarde follando a Cristiano, primero dejándole cabalgar en su regazo, montado sobre su gruesa verga, haciéndole gemir de placer.
Y después embistiendo ese culo hambriento con su larga polla hasta que sus cargadas pelotas se vacían en una caliente explosión y Cristiano se queda saboreando esa deliciosa corrida.
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