Aunque estemos en plenas fiestas, el fogoso Dean no se corta a la hora de ponerse travieso en cuanto ve a Drake, que llega a la casa de Sherry Vine para la reunión navideña.
Después de colarse en su cuarto cuando el dotadísimo niñato está duchándose, Dean no pierde ni un minuto y se arrodilla para mamar el enorme rabo que cuelga de entre sus piernas, dándose la vuelta para que Drake pruebe su delicioso ojete rosáceo.
Los dos se trasladan enseguida al dormitorio donde Dean separa sus suaves y redondeadas nalgas para abrirle paso a la polla de su amigo, que se lo folla a pelo y con todas sus fuerzas por toda la cama.
Ni siquiera Dean se había imaginado un orgasmo como el que acaba disfrutando, con el semen de sus corridas cubriendo su cuerpo y chorreando por su suave piel.
Puede que Dean haya sido un chico travieso en las últimas horas, pero aunque Santa no le deje regalos, este ya ha valido la pena...
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