Zack es el anfitrión ideal cuando su marido invita a sus colegas para una noche de poquer en casa, entre los cuales está el imponente y musculoso Chuck.
Pero cuando tras una mala racha su marido está desplumado y se dispone a apostar su anillo de bodas, Zack le detiene, se desnuda por completo y pone su culo sobre la mesa para cubrir la apuesta.
Al final el alto y musculoso Chuck es el ganador de la partida, así que coge a Zack y se lo lleva a la cama, donde también reclama su boca.
Zack mama el grueso rabo del chulazo y deja que le folle la garganta sin atragantarse, antes de ser empotrado sin compasión a cuatro patas.
Cuando Chuck le exige que se lo curre él también, el pasivo se sienta sobre la dura verga para cabalgar encima hasta que el enorme y dotado empotrador le tira de espaldas sobre la cama, follándoselo inansablemente hasta hacerle correrse.
Solo entonces consolida su victoria rellenando su ojete con una gran corrida caliente, marchándose de allí con Zack, que le entrega su alianza chorreante de semen a su marido como despedida.
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