¡TENGO HAMBRE!

Después de haberse besado apasionadamente, Cooper está completamente desnudo y a cuatro patas sobre un banco de madera, listo para que el fogoso y musculoso Quin sacie su apetito bombeando su hambrienta boca con su gruesa polla.

Cuando lo ha hecho y Cooper se da la vuelta, Quin sigue dispuesto a ocuparse de su sabroso culo devorando su estrecho y depilado ojete para después deslizar su polla entre esas firmes nalgas y darle todo lo que desea.

Una mueca de satisfacción se dibuja en la cara de Cooper a medida que Quin le sigue follando a pelo por todo el comedor hasta correrse, dejando ese carnoso culo chorreando una buena cantidad de semen caliente.

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