Justin y Evan charlan cuando se cruzan en el vestuario al mismo tiempo que admiran el físico perfecto del otro.
Cuando el tatuado y rapado chulazo se pone una toalla alrededor de la cintura y se dirige a la sauna, deja tirado sobre el banco su suspensorio, que Justin coge para olerlo antes de seguir a Evan.
En la sauna, Justin deja caer la toalla al suelo para exhibir su polla erecta delante de Evan, que le mira con deseo desde la distancia.
Sucumbiendo a la provocación, Evan se acerca a Justin y no tarda en arrodillarse a sus pies para mamarle la polla.
Justin empuja al pasivo contra la pared para tantear su ojete antes de empotrarle por detrás y follárselo después sobre uno de los bancos de madera.
Tirados en el suelo de la sauna, Evan cabalga montado sobre la verga que tanto placer le está dando hasta llegar al orgasmo con una enorme corrida que se mezcla con el sudor que resbala por sus cuerpos.
Justin se corre de inmediato sobre la lengua del pasivo y da por terminado su entreno del día.
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