Cuando el musculoso Heath se cambia de ropa en los vestuarios enfrente suyo, Victor no puede apartar la vista de su culazo, ni puede resistirse a acercarse para tocárselo.

Heath se gira sobresaltado por el imprevisible tocamiento, pero se muestra receptivo y sonríe a Victor, que le agarra la polla para mamársela hasta ponérsela completamente dura.


Cuando Heath se da la vuelta y se apoya en la taquilla, Victor le come el culo, amasando sus grandes glúteos con las manos sin dejar de lamer ese irresistible ojete.
Victor se levanta para bajarse los pantalones y que Heath pueda saborear su gruesa y curvada polla, dura como una roca apuntando al techo.
Deseándola dentro, Heath se tumba de espaldas para que se lo folle y después intercambian sus posiciones para que el barbudo chulazo pueda cabalgar sobre esa magnífica verga.

En cuanto le desmonta, a Victor le basta agarrar su polla para correrse y cubrir su pubis con una enorme y espesa corrida mientras Heath le chupa el pezón, acaricia su torso musculado y le ayuda a ordeñar hasta la última gota de esperma en sus pelotas.
Pero Heath no ha terminado aún, él también quiere follarse a Victor y después de lamerle el ojete se lo folla en la postura del misionero hasta correrse sin manos encima de su polla.


Un jadeante Heath se arrodilla y lametón tras lametón se traga lo que queda de ambas corridas, siendo correspondido por Victor, que le mama la polla antes de dirigirse a las duchas.


Comentários