SEGUNDA OPORTUNIDAD

Aunque es inusual que el viaje de un residente comience como una experiencia espiritual y se convierta en una pesadilla (lo creas o no), así es como Dylan llegó a necesitar la ayuda de este centro de reinserción social. Afortunadamente para él, parece haber recobrado el sentido y ya no sufre alucinaciones por el consumo de drogas. Es posible que algunas células cerebrales se le hayan frito en el camino, pero en este centro creen que todavía pueden convertirlo en un buen ciudadano.

Como la mayoría de los chicos que son nuevos en el centro, este residente no se había comprometido completamente con la estructura y las reglas, así que después de una breve conversación, al gerente del centro decidió ponerse más duro... Literalmente. Efectivamente, después de inspeccionar su culo, Dylan se arrodilló voluntariamente y comenzó a lamerle la polla como si su situación dependiera de ello.

En realidad, su situación sí dependía de ello, porque estuvo a punto de ser expulsado hasta que descubrieron que sabe mamar un rabo mejor que la mayoría.

Su culo, sin embargo, fue el premio final para el gerente y después de habérselo follado a cuatro patas, volteó al residente para seguir haciéndolo mirándose cara a cara.

Y Dylan debió disfrutar de toda esa atención especial porque se masturbó y soltó una enorme corrida sobre sus abdominales antes de que el gerente le cubriese con su dulce y caliente semen.

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