Nik ha llegado a casa de su compatriota ruso para reparar una lámpara de araña, pero mientras sube los peldaños de la escalera, Sergey no puede apartar la mirada del culazo que marca.
Un observador Sergey se da cuenta de que Nik tiene una buena herramienta a mano y que va a resultarle muy útil en esta reparación.
Aprovechando que Nik está ocupado, Sergey le baja la cremallera del mono de trabajo para sacar su cada vez más grande y gruesa polla sin circuncidar. La herramienta que Sergey buscaba... y no pierde la ocasión de mamar ese rabo.
Nik agarra la cabeza rapada de Sergey para follarle la boca, haciendo que los dos rusos sientan el mismo placer.
Con su pollón completamente duro, a plena capacidad a lo largo y a lo ancho gracias a Sergey, Nik le da la vuelta para darse un festín con su ojete peludo, separando sus musculosas nalgas y follándole con la lengua. Sintiendo que Sergey está extremadamente cachondo, Nik empotra con su gruesa verga el rosáceo y peludo ojete, dejando que el pasivo se folle a si mismo empujando el culo hacia atrás para sentir esa palpitante polla aún más profundamente. Los dos fogosos, musculosos y peludos rusos se mueven al unísono en esta posición.
Tirado sobre el suelo, Sergey se coloca de lado para que Nik empiece a embestirle de una forma más vigorosa. Esta posición es perfecta para ambos y cada vez que la gruesa polla de Nik lo penetra están más cerca del orgasmo.
Follándole cada vez más rápido y más profundo, Sergey ya no puede contenerse cuando Nik le pellizca los pezones y alcanzando el máximo placer, cubre su estomago peludo con una enorme corrida a borbotones. Nik empieza a masturbarse, asegurándose de que Sergey se traga hasta la última gota de su semen caliente.
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