ROCKY’N’ROLL

Una de las cosas que más nos gustan de Rocky en todas sus escenas es que no es un activo que solo piensa en su placer, para nada, como comprueba Ezra en sus propias carnes.

Con su enorme polla hace que a los pasivos que reciben sus profundas, potentes e incansables embestidas se les pongan los ojos en blanco y acaban cubiertos con sus más enormes corridas. Pero antes de llegar a todo eso, Rocky siempre se asegura de que se sientan los hombres más afortunados de la tierra por la manera como mama sus pollas o lame sus ojetes.

Viendo a Rocky mamando y engullendo por completo la polla de Ezra nada más empezar, nos preguntamos que le hizo sentir mejor. ¿Sería la polla de Ezra con la impecable mamada que le dio Rocky? ¿O fue el ojete de Ezra, con la follada que le pegó? ¡Quién sabe!

Igual es la propia polla de Rocky la que disfruta más entrando y saliendo del estrecho ojete de Ezra, metida ahí dentro cada vez que Rocky la clava profundamente, aguantando todo lo que puede para no correrse… Aunque finalmente sea inevitable y su corrida sea una vez más una corrida épica.

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