Después de haberle pillado robando, el segurata Greg no se cree ni una palabra de lo que dice Apollo y preferiría que esa boca sirviese para algo muy diferente, que seguir escuchando las mentiras del sexi delincuente.
Es obvio que Apollo ha robado objetos de valor en el centro comercial para llamar la atención del musculoso vigilante de seguridad, y es que lleva mucho tiempo deseándole desde que le echó los ojos encima.
Greg le tiene el truco pillado a este tipo de gente y sabe que está ansioso por mamarle el rabo, como también sabe que, cuando el chico le suplica que tenga cuidado, lo que realmente desea es que el segurata le deje el culo destrozado con su polla.
Pues hoy es su dia de suerte, porque como de todas formas tiene que darle una lección al ladronzuelo para corregir su comportamiento a Apollo le espera una buena follada sin contemplaciones en la oficina de Greg.
A medida que el fornido vigilante bombea su culo incansablemente a Apollo se le ponen los ojos en blanco, gozando con ese grueso pedazo de carne entrando y saliendo de su estrecho ojete hasta dejarlo lleno de semen para finalmente correrse sobre la barba y el pecho de Greg.
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