Los dos últimos hombres que Dom contrató para su empresa de reformas eran unos auténticos gilipollas, pero está seguro de que el novato Ty lo hará genial.
Mientras pinta la fachada de enfrente agachado, Dom le observa a través de la ventana, masturbándose, viendo la raja de su culo asomando por encima de los tejanos. Al correrse “pinta” de blanco el cristal con su semen caliente.
Al ver a su jefe, el sonriente Ty se da cuenta de lo que ha pasado y le invita a salir para ocuparse personalmente de ese culo.
Dom no duda ni un instante en empotrar el culo de Ty por detrás, follándole a pelo hasta que el fogoso empleado se gira y se arrodilla para mamarle la polla. Completamente desnudo, Ty se tumba de espaldas con las manos por detrás de la nuca sobre uno de los bancos de madera para que Dom le devuelva la mamada.
En un intercambio de posiciones, Ty se sienta sobre el rabo de Dom para cabalgarlo hasta que el jefe le desmonta y se pone de pie para seguir follándoselo por detrás y en la postura del misionero.
Sintiendo el inminente orgasmo, Dom saca la polla del culo de Ty, que se arrodilla para recibir la corrida caliente en su cara y masturbarse hasta que el semen cubre sus abdominales... ¡Al final Dom puede confirmar que ha contratado al muchacho adecuado!
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