Vincent es sospechoso de robo en una tienda, así que Bruce, el vigilante de seguridad, se lo lleva al almacén para interrogarle y comprobar que no se lleva nada metido entre la ropa… o en otras partes.
El tatuado joven le jura que es inocente, pero Bruce es perro viejo y no va a dejar que salga de allí por su cara bonita, así que le empuja contra la pared para bajarle los pantalones y hacerle un registro a fondo… encontrando unas bolas metálicas metidas en su culo.
Su intuición no le ha fallado y ahora Bruce va a asegurarse de que Vincent recibe un merecido castigo, así que el peludo y musculoso chulazo se saca la polla y le obliga a ponerse de rodillas… Si Vincent quiere librarse de la denuncia, tiene que mamarle el rabo sin rechistar.
Vincent acepta el trato y empieza a mamarle la polla a Bruce, pero ante un chulazo tan musculoso no se conforma con eso y le entrega su ojete para que se lo folle antes de ponerse a cabalgar él mismo sobre esa dura verga.
Vincent deja que Bruce se lo folle por detrás con todas sus fuerzas hasta que correrse y siente el semen del fornido vigilante ardiendo dentro de su culo.
Comentarios