
Para Ryder y Jack montarse encima de sus bicicletas y pedalear por la carretera bajo el sol no es solo una manera de hacer ejercicio – esa afición les permite llevar prendas ajustadísimas que realzan sus culos y sus pollas, que les pone muy cachondos.



Les basta ponerse a hablar de esa afición y fetichismo de regreso a casa para excitarse e irse a la cama, donde el experto en sexo oral Jack no tarda en engullir todo el rabo de Ryder en su boca, hasta el fondo de su garganta, mientras que este le devuelve el favor devorando su firme y redondeado culo, que todavía se acentúa más con el suspensorio que lleva puesto.



Como de costumbre cuando le follan y aunque no tenga una polla en la boca, Jack no la cierra y se vuelve muy expresivo, prácticamente suplicando a Ryder que se lo folle cuando le está penetrando el ojete con los dedos.
Ryder le corresponde empotrando a Jack por detrás y de lado, haciendo que se excite más todavía.


Jack también se entrega totalmente, cabalgando enérgicamente sobre la verga de Ryder, especialmente cuando le desmonta, librándose del suspensorio para quedarse completamente desnudo.


Al final, los dos chulazos están concentrados totalmente el uno en el otro y Ryder se sigue follando a Jack, que tumbado de espaldas y sintiendo profundamente esa polla masajeando su próstata, se corre de manera espectacular sobre su peludo pecho y estómago.


Ryder saca su enorme polla del culo de Jack para masturbarse delante suyo, la sonrisa y la impaciencia de Jack por recibir esa corrida hace que finalmente un potente chorro salga disparado alcanzándole la cara y salpicándole todo el pecho. Todavía asombrado y jadeando, los dos se besan. Usando términos deportivos podríamos decir que estos ciclistas han alcanzado la meta y ambos son ganadores.
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