Philippe se mira en el espejo de los baños del club cuando se da cuenta, por el reflejo en el reluciente suelo por debajo de la puerta, de que hay alguien encerrado en el WC. De puntillas y ojeando por encima de la pared ve a Benjamin con la polla tiesa, pajeándose con un video del móvil.
Cuando Benjamin le pilla mirándole, Philippe se aparta de la puerta, pero excitado se escupe en la palma de la mano y empieza a masturbarse, viendo como su polla va ganando en tamaño y en dureza antes de llamar a la puerta pidiendo paso.
Benjamin está ansioso por follar e invita a pasar al musculoso mirón, arrodillándose para devorar su grueso rabo. Philippe se folla a fondo la garganta al pasivo de ojos azules para seguidamente darle la vuelta, meterle la polla a pelo por el ojete y empotrarle de inmediato con todas sus fuerzas, llevándole al limite del placer y del dolor.
Benjamin cabalga sobre la verga de Philippe, sentado sobre la taza del WC, antes de correrse salpicando todas las paredes y sentir el semen caliente dentro de su castigado culo cuando el musculoso semental se corre.
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