Kyle acaba de mudarse a la ciudad y se ha dado de alta en el gimnasio donde Phoenix entrena regularmente y con esos cuerpos era inevitable que se fijasen el uno en el otro casi de inmediato y saltasen chispas.


Aprovechando que están solos en la sala acaban descubriendo sus torsos sudados, bajándose los pantalones para devorar polla y culo antes de follar apasionadamente entre las pesas y los bancos... ¡El mejor ejercicio del mundo!







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