William y Arno son los únicos que quedan en el gimnasio a estas horas, lo cual hace que todavía sea más fácil para ambos flirtear e intercambiar miradas lujuriosas.
William se empalma viendo el culo de Arno, que mientras hace un ejercicio en la maquina gira la cabeza y se da cuenta de que la gruesa polla de William asoma por fuera de sus shorts goteando líquido preseminal sobre su muslo.
De camino al rack de sentadillas, Arno recoge con el índice un poco de ese fluido para degustarlo en su boca, sonriendo a William, que le observa sorprendido.
Viéndole hacer las sentadillas e incapaz de resistirse por más tiempo, William se coloca debajo de Arno para hundir su cara en ese culo provocador. Arno le coge de la mano y se lo lleva al vestuario, sentándose en un banco para mamarle la polla al musculoso y tatuado semental.
Con la polla dura como una roca, William empotra por detrás contra las taquillas a Arno, que pronto está cabalgando montado sobre esa gruesa verga.
Los dos adictos al gimnasio se corren cuando al final William se folla a Arno tumbado de espaldas sobre el mismo banco antes de ir juntos a las duchas.
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