Benvi y Jordan son los novatos de la clase de yoga, pero en lugar de seguir las instrucciones y relajarse, han decidido practicar sus propias posturas… sexuales sin que el profesor se entere.
Al principio los dos se habían sentado con las piernas cruzadas y los ojos cerrados de cara al profesor, que les guiaba en las poses iniciales. Pero la atracción de ambos es irremediable y no pueden evitar besarse aprovechando que el profesor les da la espalda.
Cuando Jordan hace la postura del árbol, Benvi echa mano a su entrepierna para tantear el tamaño de su polla y, en un momento de meditación, Benvi decide que quiere explorar más de cerca ese paquete, poniéndose de rodillas para sacársela de los pantalones.
A Jordan se le ve felizmente sorprendido y su dura polla apunta al techo cuando Benvi le baja los pantalones para mamársela, lamiéndole del capullo a las pelotas y finalmente tragársela.
Jordan se asegura de que el profesor no les ve y viendo que está en plena meditación, se quita la camiseta azul mientras Benvi sigue sus pasos y se quita la suya sin dejar de mamarle la polla. Tras varios intentos para engullirla por completo, no lo logra por muy poco, así que decide lamerle las pelotas mientras Jordan estira su mano para tantear su estrecho ojete. Completamente desnudos tras haberse quitado los pantalones, Benvi se apoya sobre la enorme pelota de ejercicios para que Jordan se ponga detrás y lama su ojete. Benvi debe hacer un gran esfuerzo para no gemir de placer y alertar al profesor, pero le hace señas a Jordan para que siga haciéndolo… Y lo hace hasta dejarlo empapado de saliva.
Jordan besa las dulces nalgas de Benvi antes de penetrar con su polla ese culo, deslizándola lentamente, pero una vez dentro empieza a empotrarle con ganas. “¡Joder, sí!” murmulla al mismo tiempo que los gemidos de Benvi se hacen cada vez más sonoros.
Llegados a ese momento de nirvana, Benvi también quiere sentir el estrecho culo de Jordan y se sienta en la pelota de ejercicios para que, guiando la dura verga erecta hasta su cerrado ojete, Jordan pueda sentarse encima y hacerla desaparecer dentro de su culo.
Jordan bota, arriba y abajo, besándose apasionadamente, hasta que los dos fogosos sementales intercambian de nuevo sus posiciones para que vuelva a follárselo, esta vez tirado de espaldas en el suelo con las piernas apoyadas en el musculoso pecho de Jordan.
Jordan vuelve a embestirle profundamente, alcanzando su próstata repetidamente mientras Benvi se masturba. “¡Si, así, justo así!” susurra entre gemidos de placer. “Me voy a correr” advierte con los ojos en blanco.
“¡Sí, dame toda tu leche!” le pide Jordan. El primer chorro de semen alcanza el pecho de Benvi, mientras que el resto salpica todo su estómago.
Jordan continúa embistiéndole a fondo incansablemente a cuatro patas mientras Benvi, agarrado a la esterilla de yoga le suplica: “¡Córrete dentro de mí!"... Jordan saca su pollón del culo de Benvi para cubrir su espalda de semen caliente antes de volver a metérselo para, ahora sí, echar el resto dentro del culo del pasivo. Cuando han recuperado el aliento, se dan cuenta de que el profesor está a punto de salir de su profundo estado meditativo y se visten a toda velocidad. Pese a que la polla de Jordan asoma por fuera de sus pantalones, el profesor no se da cuenta de lo que ha pasado.
“Parecéis diferentes” les dice satisfecho, pensando que esa paz interior que reflejan es el resultado de su clase magistral y mientras Benvi y Jordan sonríen.