“Estabas impresionante ahí fuera” le dice Angelo a Kieran nada más regresar de su entreno a pecho descubierto por el parque.
Y después de trabajar los músculos hay nada mejor que un masaje relajante, así que los dos chulazos se desnudan y se quedan en suspensorio antes de que Kieran se tumbe bocabajo en la camilla.
Angelo extiende aceite por toda la espalda y el culo de Kieran, que se da la vuelta para que el masaje continúe por su pecho, abdominales y grandes muslos. Las manos de Kieran acaban sobre la dura polla de Kieran y se sube a la camilla para mamársela.
El activo pone en posición a Angelo sobre la camilla para comerle el culo, pero el pasivo no tarda en cabalgar sobre la dura verga de Kieran.
Entregados al sexo, Angelo es empotrado a cuatro patas y en la postura del misionero hasta que llega al orgasmo y Kieran le pide que aguante las piernas en alto para correrse en su ojete y dentro de él.
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