ME GUSTA EL FUTBOL

Finn es uno de los pocos niñatos de la fraternidad a quien no le apasionan los deportes, pero cuando se entera de que el dotadísimo Drake va a ver el partido con su mejor amigo está dispuesto a fingir que le gusta el futbol…

Finn le ofrece unas patatas fritas a Drake, pero el tubo que las contiene es en realidad un masturbador y ya sabéis lo que decía la publicidad de esos snacks: “cuando haces pop, ya no hay stop” así que Drake se baja los pantalones para que pueda deslizarlo en su enorme y dura polla.

Finn no tarda en reemplazar el masturbador con su hambrienta boca en cuanto el mejor amigo de Drakeles deja a solas para responder una llamada de teléfono.

Una vez desnudos, Finn se sienta sobre la gigantesca verga de Drake para cabalgar montado en ella hasta que el futbolero activo pasa a lamerle el ojete y a follárselo a cuatro patas en el sofá.

El joven pasivo se corre mientras Drake le empotra haciendo la cucharita, pero la diversión no acaba ahí y el activo se lo sigue follando tumbado de espaldas antes de cubrirle toda la cara con una corrida caliente que recoge con una patata y mete en la boca de Finn.

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