Como pornostar, el musculoso brasileño Rico está siempre ocupado y viajando, así que contrata a un chico para limpiar su apartamento y le envían a Dope, que nada más llegar reconoce al actor porno y le pide una selfi de recuerdo, incapaz de creer que va a limpiar la casa del chulazo con el que se ha pajeado tantas veces.
Después de lavar los platos, planchar y recogerle la ropa, Dope se da cuenta de que hay restos de sus corridas por toda la casa y no puede evitar catar su sabor… Como tampoco puede evitar lamer el pollón de una figura replica de Rico.
Cuando Rico vuelve al apartamento, se quita la ropa para ducharse mientras Dope sigue limpiando los cristales sin dejar de mirarle, admirando su cuerpo musculoso.
Rico sale de la ducha con la polla tiesa y le toca el culo, se ha puesto cachondo viendo como le miraba y ahora necesita que le deje ese rabo grueso y duro tan limpio como el resto de la casa… Algo que está encantado de hacer como el buen profesional que es.
Rico empotra a Dope por detrás, embistiéndole profundamente mientras sigue limpiando el espejo del recibidor para después quitarle toda la ropa y seguir follándoselo con todas sus fuerzas por todo el apartamento.
Después de que Dope haya cabalgado sobre esa gruesa verga y de que Rico le haya destrozado el ojete follándoselo de lado sobre la cama, el pornostar la saca para correrse y volver a metérsela, usando su propia corrida como lubricante.
Rico lame bien el ojete recién follado, haciendo que el limpiador se corra sobre su propio estómago antes de mamar su polla y decirle que limpie bien todo el estropicio antes de irse.
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