El viajero Cole nunca pensó que la visita a una histórica sala de cine de Barcelona acabaría haciéndole fantasear con dos hombres, pero ver a Beau besando a su marido Nik hizo que el niñato no pudiese quitarse de la cabeza sus grandes músculos, sus nalgas peludas y sus pollones.
Sentado junto a su mejor amigo Callum, Cole se pierde en sus pensamientos imaginando a Nik devorando el culazo de Beau antes de follarle el culo con su palpitante rabo.
Las imágenes de los dos chulazos haciendo un 69, intercambiando corridas y montándoselo en un lugar público siguen sucediéndose en la calenturienta mente de Cole, que siente como su polla se pone cada vez más dura dentro de sus pantalones...
La fantasía acaba abruptamente cuando se encienden las luces de la sala, devolviéndolo al mundo real donde debe procesar esas nuevas sensaciones recién descubiertas.
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