Al segurata Greg le llega un aviso de que se escuchan ruidos de mamadas y folladas en los baños públicos del centro comercial y cuando va a investigar se encuentra al niñato Harrison, que intenta salir corriendo de allí.
Lamentablemente no tiene la suerte de su amigo, que logra escapar, y cae en manos de Greg, que se lo lleva al almacén para interrogarle. Enfadado, Harrison se enfrenta al segurata sin saber que Greg tiene un motivo oculto para haberle detenido: le ponen los niñatos que se saltan la ley y se le resisten.
La actitud de Harrison se la ha puesto dura y siguiendo el protocolo de registro por si ha robado algo tiene la excusa perfecta para meterle un dedo por el ojete.
La cara del segurata no tarda en hundirse entre las firmes nalgas del niñato para meterle la lengua y comerle el culo, volviendo loco de placer a Harrison, que está impaciente por catar el rabo de Greg.
Harrison se traga toda esa polla hasta las pelotas con desesperación mientras Greg le observa desde arriba.
Tal vez haber sido pillado in fraganti no es algo tan malo cuando un musculoso y guapo segurata empotra tu culo como lo hace Greg…
Sobre todo si una vez se ha corrido te deja ir con una advertencia: si tiene que detenerte de nuevo te follará aún más duro. ¡No nos parece la forma idónea de prevenir nuevos incidentes en el centro comercial!
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