Cuando tras cruzar miradas de evidente deseo, Timothy se ofrece para extender aceite bronceador por todos los músculos de Lobo, no puede evitar echar una buena esnifada a su peludo sobaco.
Embriagado por el aroma natural de Lobo, Timothy decide pasar el resto de la tarde ocupado con sus pies desnudos, su polla sin circuncidar y el sudoroso ojete de su nuevo follamigo.
Tras devorar su culo junto a la piscina y un rápido chapuzón en el agua, los dos se trasladan dentro de la casa, donde el rapado maduro tiene la ocasión de follarse a pelo a su flechazo del verano y embestir su ojete.
Lobo enseguida le devuelve el favor follandose a Timothy y empotrándole por detrás hasta que está deseando sacar su polla de ese confortable ojete para vaciar sus pelotas encima, cubriéndolo con su esperma caliente.
Commentaires