El sudado deportista Matty sigue a Luca, el chico del gimnasio que tanto le gusta, hasta los servicios donde se deja llevar por la imaginación para vivir una fantasía sexual en la que cata su presemen y se turna con el musculoso desconocido para follarse el uno al otro.
Rodeados por paredes cubiertas de hiedra, Luca hunde su cara entre las redondeadas nalgas de Matty para comerle el culo antes de clavar su polla a pelo en ese estrecho ojete.
El musculoso chulazo sigue empotrando a Matty por detrás hasta que sus pelotas están a punto de explotar y Matty cae de rodillas para tragarse toda su corrida.
Follando frente a una pared repleta de espejos, es el turno de que Matty suelte una enorme corrida mientras Luca le mama la polla para seguidamente meterse en una bañera y cabalgar sobre su verga a pelo.
Llegado el momento, Luca esta de rodillas con la boca abierta y la lengua fuera, listo para recibir los chorros de esperma caliente de Matty, que le ofrece una corrida largamente esperada sobre la cara.
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