ESCONDE EL SALAMI

Brogan se ha mudado a una casa al lado de la de su viejo amigo Johnny y celebran su feliz reencuentro en la de este para ponerse al día sobre sus vidas después de todos estos años. Lo primero es que ahora los dos son padrastros de chicos adolescentes: Kyle y Trevor, así que deciden presentarlos para ver que tal se llevan.

Los fogosos jóvenes conectan desde el primer momento y se escabullen juntos por la casa mientras sus padrastros hablan en el salón, admitiendo lo felices que se sienten de poder verse de nuevo y que sus hijastros se lleven tan bien.

Lo que ignoran es que tal vez Kyle y Trevor se llevan… demasiado bien, de hecho se han encerrado en el baño para hacer travesuras. Pasado un rato, Brogan y Johnny empiezan a preocuparse por los chicos, están muy callados y deciden comprobar si están bien.

Para su sorpresa, los pillan en medio de un fogoso juego, pero en vez de enfadarse con ellos les enseñan un juego diferente al que ellos solían jugar juntos cuando tenían su edad: esconder el salami… O lo que es lo mismo, follar como si no hubiese un mañana.

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