La pareja, en el porno y en la vida real, formada por el tatuado Alex y el musculoso Lobo debe ser una de las más envidiadas del porno gay. Y a pesar de que cada uno de ellos ha protagonizado escenas con otros chulazos se siguen deseando como el primer día y solo tienen ojos el uno para el otro.
Una vez se han despojado de toda la ropa en la iluminada habitación, se maman las pollas mutuamente y Alex lame vorazmente el peludo sobaco de Lobo antes de sentarse sobre su cara.
Lobo devora el culo de su amado Alex para follarselo en la postura del misionero y a cuatro patas sobre el puff.
Pero como ambos disfrutan del sexo como activos y como pasivos, Alex también quiere follarse a Lobo y le hace tumbarse de espaldas para hacerlo mirándole a los ojos.
Después de que Alex le haya empotrado por detrás, Lobo cabalga sobre esa verga controlando el ritmo de la follada y sintiendo como entra y sale de su culo.
Lobo se corre sentado sobre la polla de Alex y lame sus pelotas antes de recibir toda la corrida caliente de su pareja sobre la cara.
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