Un fan del porno gay llama por videoconferencia a dos estrellas como Diego y Devin, alojados en la suite de un hotel de Las Vegas, para hablar con ellos de sus fantasías masturbatorias y para que le cuenten cosas de la industria.
Tras la entrevista, los dos chulazos están hambrientos de sexo, se besan, se desnudan y van al grano cuando Devin engulle el enorme rabo de Diego hasta el fondo de su garganta y Diego voltea por completo el cuerpo de Devin, para lamerle el ojete cabeza abajo.
Dispuesto a darle el máximo placer a Devin, las posturas poco convencionales continúan y mientras Diego se lo está follando por detrás, gira todo su cuerpo musculoso sin sacar la polla del culo de Devin para seguir follándoselo al revés.
Tras ser empotrado por detrás de manera convencional, Devin se tumba de espaldas sobre la cama para masturbarse al mismo tiempo que Diego le sigue follando.
Con sus últimos envites, Diego se corre encima de Devin apenas unos segundos después de que el pasivo haya cubierto sus propios abdominales con su semen caliente.
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