El fogoso Brody nunca se había encontrado con un rabo tan grande como el de Peter, pero eso no va a impedir que disfrute de cada centímetro de ese absolutamente gigantesco pedazo de carne.
Brody mama y engulle el pollón de Peter hasta las pelotas sin atragantarse y sin prisas, recreándose con el torso del alto e imponente semental que recorre por completo con su lengua, parándose a lamerle los pezones antes de hundir la cara en uno de sus peludos sobacos para esnifarlo y darse todo un festín antes de volver a mamarle el rabo.
Tirado bocabajo sobre la mesa, Brody deja que Peter devore, penetre con los dedos y dilate su ojete peludo, listo para ser empotrado por ese enorme miembro sin circuncidar.
Una vez lo tiene dentro ya no hay quien les pare y Peter empotra a Brody con todas sus fuerzas, follándoselo a pelo en todas sus posturas favoritas por toda la habitación hasta que está listo para vaciar sus cargadas pelotas sobre la barba y el pecho peludo de Brody, que salpica todo el suelo con su corrida mientras mama por última vez el rabo de Peter.
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