EN EL HOTEL CON MI CHICO

Hoy en día, a poco que te descuides, los hijos ya son unos hombrecitos, y si no que se lo digan a Roger. Su hijastro, Mark, está creciendo muy rápido y ya no es un niño.

Han hecho un viaje juntos y sabe que el chico necesita intimidad y tiempo a solas, pero es que en ocasiones conseguir dos habitaciones de hotel es un desafío.

A Roger no le importa compartir habitación con él, especialmente cuando ha estado deseando a Mark desde que lo vio desnudo en la ducha la semana pasada. ¿Es culpa suya que se la pusiera dura antes de acostarse?

Roger le agradece que se ofreciese a ayudarle y no le dijese nada a su madre. Sabe que Mark ha estado tonteando con los chicos del equipo de su escuela, pero aunque no sea virgen todavía no había probado la polla de un papi, de un tío maduro como él.  

Sabe que aquella vez disfrutó y en esta ocasión Roger se alegra al ver que él también la tiene dura cuando se quita la ropa. Y aún se lo pasan mejor cuando empieza a mamarle la polla como un cerdo hambriento y cachondo.

Y cuando finalmente le empotra el culo con su polla y lo llena con su corrida caliente, Roger se siente como en casa. A partir de ahora, necesitan irse juntos de viaje más a menudo.

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