Parece que el musculoso y tatuado Tony le ha cogido el gusto a los baños públicos y vuelve en busca de un polvo rápido con algún desconocido. El chico que se pone a su lado en los urinarios no parece interesado... ¡pero el urinario sí!
Sorprendido y con los ojos como platos, un par de manos aparecen por cada lado del urinario y le agarran el pollón para masturbarle, pero enseguida apuntan en dirección a otra ventana que se abre en la misma pared donde aparece un culo ansioso por ser follado.
El guardia de seguridad Johnny pilla al fogoso chulazo follándose “la pared” pero en lugar de detenerle se une a la diversión, arrodillándose para mamarle la polla a Tony.
Empalmado y sin poder contenerse por más tiempo, Johnny se corre en el urinario antes de que el tatuado semental use esa corrida como lubricante para seguir follándose el culo de la pared hasta correrse sobre esas suaves y anónimas nalgas.
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