El musculoso y peludo Giuspel siempre está a la caza de una polla más grande que la última que disfrutó. Normalmente prefiere ser el activo en la cama, pero también es sabido que no tiene reparos en ponerse a cuatro patas para el semental apropiado.
Así que cuando Michael, el dotadísimo propietario del estudio porno, le invitó a volver para rodar una escena de sexo a pelo junto a él no tardó en aceptar la propuesta.

Michael siempre la mete a fondo, hasta las pelotas, cuando folla a sus pasivos, pero llega tan profundamente en ese culo, con los más de 25 centímetros de su polla rusa sin circuncidar, que Giuspel no sabe cuánto tiempo podrá aguantar sus embestidas.





En cualquier caso, se siente tan bien una vez se ha acostumbrado al tamaño de ese enorme rabo, que pasado un tiempo y después de mamarse las pollas el uno al otro, no quiere que Michael deje de follarle.



Commentaires