El festín de los osos musculosos comienza con este casting donde Jacob introduce a Zeb en la selecta sociedad de chulazos que integran este estudio porno gay. Dos fornidos chulazos, fogosos, calientes y muy peludos.

Tras escucharles en la introducción, los besos y la exploración de sus zonas más peludas, llega la hora de quitarse la ropa interior y que empiece la fiesta.





Zeb tira a Jacob sobre la cama para meterse toda su polla dentro de la boca y lamer sus pelotas. Con la nariz hundida en la velluda entrepierna de Jacob, Zeb inhala el magnifico y excitante aroma que se desprende antes de proseguir con su mamada de garganta profunda.

Jacob también se moría de ganas por catar el rabo de Zeb y finalmente se toma su tiempo cuando empieza a mamárselo. Jacob también tiene una garganta profunda y sabe como usarla para el sexo oral, asegurándose de que le da el trato merecido a la gruesa polla de Zeb.

Excitados y bien empalmados, es hora de pasar a la acción. Jacob se da la vuelta, separa sus nalgas peludas y Zeb empieza a follarle el peludo ojete con su lengua caliente hasta que Jacob desea lo mismo y se da un festín también con el ojete color caramelo de Zeb.

Otro intercambio y esta vez Zeb vuelve a catar el culo de Jacob antes de clavar su pesada verga bien adentro por su empapado ojete. Zeb empieza a follarle con un ritmo lento y pausado para que Jacob pueda recuperar el aliento, pero una vez lo hace ya no hay quien le frene.

Los osos musculosos disfrutan compartiendo y ahora es el turno de que Zeb se coloque en cuclillas, separando sus grandes muslos para hacer descender su culo musculoso sobre la palpitante polla de Jacob, que entra por completo en una sola sentadilla.
Zeb recibe el hambriento rabo de este papi, cabalgando sobre él como potro desbocado y sin freno.

Es hora de intercambiar sus posiciones de nuevo y Jacob se tumba de espaldas sobre la cama, abre por completo sus piernas musculosas, dejando que Zeb se la meta a fondo e inmediatamente le pegue una buena follada.


Jacob agarra su polla y parece que el capullo duplique su tamaño antes de explotar con una caliente y lechosa corrida que salpica todo su vientre peludo. Zeb ordeña hasta la última gota de semen almacenado en las pelotas de Jacob antes de regar su palpitante polla con una corrida caliente. ¡Por si dudábais del titular, los chulazos y los osos, cuanto más peludos... más fogosos!
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