Dallas es un modelo poco habitual en los tiempos que corren. Un chulazo alfa sin apenas experiencia delante de las cámaras excepto por algunas fotos que se ha hecho a sí mismo.
Como a la mayoría de su generación le encantan los focos y la atención que acapara, y siendo sinceros, la merece toda. Su cuerpo está perfectamente proporcionado, con un pecho perfecto y unos bien esculpidos abdominales. Sus hombros son para morirse y cualquiera sería feliz entre esos brazos. ¡Y Dallas quiere mostrárselo a todo el mundo!
Por eso nos da una visión personal de lo que es vivir la vida como un completo chulazo y como se siente siendo admirado… incluso idolatrado, de la manera en que lo es.
Solo tiene un defecto, pero quien avisa no es traidor. Para su escena de debut en solitario Dallas tuvo que aguantar sin correrse durante dos semanas, así que cuando llegó al rodaje advirtió al director que podría correrse en cuestión de minutos… y fueron concretamente dos minutos lo que tardó en hacerlo. ¡Eso sí, fue una corrida enorme, la mayor de su vida!
Estaba tan sorprendido que se quedó sin palabras durante otro minuto, pero también aviso al director de que se recargaba igual de rápido y en diez minutos, Dallas estaba de vuelta delante de la cámara para la segunda parte.
Este chulazo sabe como ofrecer un espectáculo y como mover esas caderas, le encanta saber que le están grabando mientras agarra su polla con la mano y cuando llega el momento de la segunda corrida, Dallas nos regala OTRA igual de grande. Y esta vez se lame la mano y cata el sabor de su propio semen por primera vez.