Como pasivo, el guapo y musculoso Jamal nunca se perdería la oportunidad de disfrutar del enorme rabo de Manuel y hoy no es una excepción.
Mientras Manuel se relaja tumbado en una chaise-longue frente a los ventanales, Jamal se traga toda esa polla hasta las pelotas y se coloca en posición para darse a si mismo una buena follada a pelo sobre la verga que ha puesto dura.
Después de marcar su propio ritmo cabalgando sobre ella, Jamal es empotrado por detrás antes de que Manuel le haga tumbarse de espaldas despatarrado para poder seguir embistiéndole aún más hasta que su vello púbico y sus peludas pelotas acaban cubiertas del semen caliente de Manuel.
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