Greg y Bruce trabajan en la obra durante todo el día, ensuciando sus manos, usando sus músculos para las más duras y sucias tareas hasta que acaban completamente sudados... pero también cachondos.

Trabajar rodeado de fornidos y musculosos hombres acaba despertando la lujuria del fogoso Bruce y de su compañero de trabajo Greg, uno como pasivo y el otro como activo necesitan descargar toda la testosterona acumulada.


Así pues, aprovechan la pausa del almuerzo para dar rienda suelta a sus imperiosas necesidades follando a pelo hasta que el torso peludo de Bruce acaba chorreando con su propia corrida y su culo lleno con el semen caliente de Greg, que necesita ver como lo echa fuera antes de, ahora sí, comer algo.





Comments