Encerrado en su cuarto el pobre Nico lo ha intentado una, y otra, y otra vez, tumbado sobre la cama, de pie, mirando un video porno, pero por alguna razón no logra correrse. ¿Qué le pasa a su polla? ¡¿Por qué no responde?!
Cuando se lo cuenta a Joseph en el sofá, este le echa la mano al paquete y le dice que no debería preocuparse, porque tiene la manera de ayudarle con su problema...
Nada más sentir los suaves labios de Joseph alrededor de su polla, Nico ya nota cierta reacción en la suya y antes de que pueda darse cuenta la tiene tan dura como siempre.
Tras devolverle el favor a Joseph, este no piensa dejar que esa erección pueda perderse y se sienta encima para cabalgar.
Habiendo recuperado la confianza, Nico le desmonta para empotrarlo bocabajo sobre el sofá, follándose su culo peludo.
Pero el bueno de Joseph quiere cobrarse el favor y tras tantear con los dedos el estrecho ojete de Nico se lo folla a pelo por detrás y en la postura del misionero hasta que los dos se han corrido. ¡Problema resuelto!
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